sábado, 5 de octubre de 2013

OTRA VEZ SÁBADO

OTRA VEZ SÁBADO- De nuestra compañera Concha Belmonte.
Estoy desde muy temprano intentando centrarme en qué voy a compartir hoy con las personas con las que me relaciono a través de Facebook, pero me llegan, abrumadoramente, las noticias sobre la tragedia de Lampedusa, y es muy difícil centrarse en nada ante la espantosa realidad a la que este hecho nos obliga a enfrentarnos. Las autoridades italianas acuden solidariamente a rescatar muertos y ofrecerles sepultura, y como se encuentran desbordadas, intentan pasarle el problema a Europa. Europa si es que acude, acudirá probablemente a blindar sus fronteras, y entretanto, ¿Quién mira a África?. Un continente con un enorme potencial en recursos materiales y en el que sus habitantes viven de continuo en un estado tal de desesperación, que no les importa ir hacia la muerte y, como mal menor a la repatriación, arrastrando en esta aventura, que por añadidura les resulta también económicamente muy cara, a su infancia, en la ilusoria idea de proporcionarles un mejor futuro. Lo de Lampedusa es una gota de agua en el terrible océano de África, y tengo la descorazonadora impresión de que los árboles, por la circunstancia que sea, no dejan ver el bosque. En tanto quien tenga capacidad de influenciar en la solución, no entienda que ésta no pasa por blindar fronteras, sino por ayudar a que esa desgraciadísima población quiera quedarse en su tierra y vivir en ella una vida digna, esto no va a tener arreglo.

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