OTRA VEZ SÁBADO

OTRA VEZ SÁBADO
Otra vez sábado, y, otra vez con los cables cruzados a fuerza de inquietudes y contradicciones. Me acosté anoche con el firme propósito de cerrar ojos y oídos a todo lo que no fuera comentar la Jornada de ÁGORA, mi amada Ágora, del día próximo pasado 8 de julio. Pero si no hago algún otro comentario, reviento, y no quiero reventar de cualquier cosa; si reviento, que sea de felicidad y nuestro desgobierno me lo está poniendo muy difícil. Como de LA CÓNSULA, ya me he permitido un exabrupto independiente, sólo un apunte nostálgico. Ayer murió en El Cairo Omar Sharif, uno de los grandes mitos en la historia del cine, al que la cámara, aunque parezca imposible, no favorecía demasiado. Su talento profesional lo avalan tres Globos de oro, una nominación a los Oscar, la más alta distinción de Francia al mérito cinematográfico y un sin fin de premios que ni recuerdo, ni importan demasiado; su apostura y sus exquisitas maneras, su fama cierta y confirmada de seductor y todo cuanto pueda decirse de un mito, quedaban totalmente eclipsadas por su mirada, que tuve una fugaz ocasión de comprobar y en otro momento, talvez comente. Pero hoy toca ÁGORA, respiro y empiezo.
El día 8 de julio de 2.015 fue el día del cambio de Ágora, aunque afortunadamente fue un cambio al más genuino estilo de Lampedusa, o sea, vamos a cambiarlo todo, para que todo siga siendo igual. En el mejor sentido de que este igual, sea igual en el objetivo común, de que lo que nos mueve siga siendo, el logro de la Igualdad, la erradicación de la violencia en el más amplio sentido del rechazo a la violencia, especialmente a la violencia contra las mujeres, que de forma tan dramática nos sigue golpeando cada día, que sigamos sintiendo que cada vez que una mujer muere a manos de un maltratador, todas morimos con ella, que sigamos teniendo bien claro que la libertad tiene que venirnos del conocimiento, y, que el conocimiento tiene que venirnos de la formación y, de la formación es de dónde podemos conseguir la independencia intelectual y económica, y que, sin independencia económica nos va a ser muy difícil conseguir independencias.

Precedió a la Asamblea Extraordinaria para la reelección de nueva Junta Directiva una primorosa ponencia de Adela Marcos A, que vino a poner de manifiesto lo importante que resulta saber elegir a la persona adecuada para comunicar un mensaje determinado. Adela, no te quiero por capricho, te quiero porque eres como tienes que ser y sabes estar dónde se espera y se necesita que estés.

Maria Nieves Gómez Crespillo, alma de Ágora durante unos cortísimos 10 años, que ha llevado con mano firme un timón que, a veces se ha visto sometido a capear temporales de muy distinta naturaleza, alguno muy duro por innecesario, y que ha sido capaz de crecer y hacer crecer a muchas mujeres con ella, procurando hacerlas entender cuales habían de ser la visión y el objetivo de un colectivo de mujeres tan numeroso como variopinto, pero con metas comunes dentro de nuestra diversidad. Hay que agradecer a esta mujer su generosidad al irse pero quedándose, con lo que garantiza que además de no perderla, vamos a seguir contando con una experiencia tan valiosa como necesaria.

Y con esto llego al meollo de la cuestión, Pepi Sierra Porras, nuestra nueva -que casi nada- Presidenta. Entre otros de sus muchos aciertos, a mi entender, está que haya sabido insuflar sangre nueva al equipo de su elegida nueva Junta Directiva. Para empezar una nueva andadura es bueno contar con mujeres jóvenes que traigan ilusiones nuevas y fuerza para volverlas realidades, Pepi además, trae incluida la experiencia adquirida durante su paso por la Secretaría de Ágora, donde al igual que Mari Nieves, juntas codo a codo, han sorteado los muchos temporales que el ejercicio de su responsabilidad en la Federación les han obligado a solucionar.

Y con esto, Pepi, como siempre contigo y a tu lado. Enhorabuena a todas, las nuevas y las antiguas, el mundo es nuestro, así que, a por él que nadie nos lo quite.

Concha kartio- publicado en facebook el 11/07/15