Marzo 23 2.014
REGRESO DE MOLLINA
Prometí que a la vuelta contaría cómo ha transcurrido el XXII Encuentro de Ágora.
Pues aquí me tenéis; Ágora este año está que se sale, están lloviendo
reconocimientos, que no son otra cosa que la consecuencia de un trabajo
constante, desde hace tiempo, no fruto de ningún albur, sino que
siguiendo una línea clara del objetivo marcado, se ha ido construyendo
una estrategia alrededor de ese objetivo, que está dando su fruto.
Un equipo joven, entusiasta y bien disciplinado se afana en torno al
ideal de igualdad, solidaridad, justicia social y reconocimiento de los
derechos de las mujeres, que a otras nos ha movido desde hace tiempo, y
con ello dando un impulso al movimiento asociativo de las mujeres,
dejando abrigar esperanza a corazones, que a veces, han sentido el
desánimo ante la lentitud del progreso. Esto no quiere decir, en
absoluto, que creamos que ya está todo logrado, nada más lejos de la
realidad. Muy al contrario; por llevar tiempo viendo como en ocasiones,
los pequeños logros conseguidos nos hacen creer que estamos cerca, hoy,
en los discursos complacidos - con cierta razón, es cierto- de mis
jóvenes compañeras, he echado de menos una palabra que suelo recomendar
muy frecuentemente, y que no es otra que PACIENCIA. Llevamos en esto
miles de años. La paciencia es quizá una de las mejores cualidades de
las mujeres, que para sobrevivir han ejercitado con asiduidad y que, en
definitiva, es la llave que habrá de abrirnos la puerta a la ansiada
Igualdad entre mujeres y hombres.
Además de trabajo, hemos tenido
la ocasión de reconocernos, disfrutarnos y compartir horas de una muy
agradable, y espero que fructífera camaradería. De corazón, enhorabuena a
todas las participantes, pues con su presencia han fortalecido el
tejido asociativo de las mujeres.
Concha Kartio
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