lunes, 19 de marzo de 2012

El asociacionismo segun María Lejarraga

Presentación a cargo de la Presidenta de la Federación, con motivo del XX Encuentro de Asociaciones.

Como presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres ÁGORA, y en cumplimiento de nuestros objetivos, estamos hoy celebrando nuestro Encuentro entre Asociaciones, y quiero aprovechar la ocasión para hacer un repaso en la historia, para afianzar nuestros objetivos y seguir trabajando en red, para afianzar así el COMPROMISO SOCIAL que adquirimos.

Las asociaciones de mujeres en su constitución, nos convertimos en agentes sociales para la construcción de un nuevo modelo de ciudadanía, en la que la incorporación de las mujeres en el ámbito público, es básica y fundamental para conseguir una igualdad real y efectiva.

La ley Orgánica de Asociaciones de 1 /2002 de 22 de marzo, en el apartado VI de su Exposición de motivos dice:

La presente Ley reconoce la importancia del fenómeno
asociativo, como instrumento de integración en
la sociedad y de participación en los asuntos públicos,
ante el que los poderes públicos han de mantener un
cuidadoso equilibrio, de un lado en garantía de la libertad
asociativa, y de otro en protección de los derechos y
libertades fundamentales que pudieran encontrarse afectados
en el ejercicio de aquélla.

Resulta patente que las asociaciones desempeñan
un papel fundamental en los diversos ámbitos de la actividad
social, contribuyendo a un ejercicio activo de la
ciudadanía y a la consolidación de una democracia avanzada,
representando los intereses de los ciudadanos ante
los poderes públicos y desarrollando una función esencial
e imprescindible, entre otras, en las políticas de
desarrollo, medio ambiente, promoción de los derechos
humanos, juventud, salud pública, cultura, creación de
empleo y otras de similar naturaleza, para lo cual la Ley
contempla el otorgamiento de ayudas y subvenciones
por parte de las diferentes Administraciones públicas
conforme al marco legal y reglamentario de carácter
general que las prevé, y al específico que en esa materia
se regule legalmente en el futuro.

En los Estatutos de las Asociaciones de Mujeres, deben existir tres objetivos comunes:
1.     Promover y realizar un estricto seguimiento del Plan de Igualdad de Oportunidades de la Mujer, velar por su cumplimiento y proponer medidas.
2.     Promover la participación y presencia de las mujeres en la vida política, económica, cultural y social.
3.     Detectar, canalizar y denunciar cualquier tipo de acción discriminatoria que afecte a la mujer.

Gracias al movimiento asociativo de mujeres, y a la presión ejercida ante los poderes públicos, a lo largo del tiempo, se ha conseguido que la igualdad se instaure de modo transversal en todas las áreas o ámbitos de nuestra vida. Habiendo creado, en este tiempo, un gran avance legislativo, no se concibe que una ciudadanía democrática prescinda de la incorporación en la vida económica, política, cultural,  social y laboral de más del 50% de la población.

Por lo cual, nosotras las asociaciones de mujeres que estamos organizadas, somos la voz de nuestras desigualdades en general y tenemos la responsabilidad de ejercer nuestro derecho.

Y para terminar echando la vista hacia atrás, recordando a nuestras antecesoras quiero recordar las palabras de María Lejarraga, que describía muy bien el sentido y objetivo de las asociaciones de mujeres, en la que decía:

Las asociaciones de mujeres son:
·        Lugares de encuentros para debatir, compartir experiencias y elaborar revindicar propuestas.
·        Centros culturales.
·        Plataformas de formación de las mujeres en todos los ámbitos.

Además recordaba que:
No hacemos ni haremos un trabajo electoral, (esta es labor de los partidos políticos y en esta Asociación/Federación hay mujeres de todos los partidos), pero queremos formar conciencias educadas de electoras y de gobernadoras”

En su discurso sobre el feminismo, en la sección de la Revista en Blanco y Negro, en la que difundió las ideas y actualizaciones del feminismo internacional, en el año 1915, firmado por Gregorio Martínez Sierra (quien lo escribía era en realidad (María Lejárraga) decía así:

“El feminismo quiere sencillamente que las mujeres alcancen la plenitud de su vida, es decir, que tengan los mismos derechos y los mismos deberes que los hombres, que gobiernen el mundo a medias con ellos, ya que a medias le pueblan, y que en perfecta colaboración procuren su felicidad propia y mutua y el perfeccionamiento de la especie humana. Pretender que lleven ellas y ellos una vida serena, fundada en la mutua tolerancia que cabe entre iguales, no en la rencorosa y degradante sumisión  del que es menos, opuesta a la egoísta tiranía del que se cree ser más”

Este es el mensaje que he querido compartir con todas vosotras, necesitamos hacer una reflexión sobre el movimiento asociativo de mujeres en general y no podemos olvidarnos de nuestras reivindicaciones.

Mª Nieves Gómez Crespillo






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